Mindfulness regulando emociones

Mindfulness regulando emociones

Richard Davidson descubrió mediante sensores en el cuero cabelludo, que miden la actividad cerebral, por Resonancia Magnética funcional, que cuando una persona se altera emocionalmente por ejemplo: se enfada, tiene ansiedad o depresión, el córtex prefrontal derecho se ilumina más que la parte equivalente izquierda. Y cuando la persona esta de buen humor, feliz, entusiasmada, llena de energía se ilumina el córtex prefrontal izquierdo más que el derecho.

Richard Davidson amplió su trabajo junto a Jon Kabat-Zinn y examinaron el efecto de Mindfulness, para ello un grupo voluntario de trabajadores en biotecnología recibieron un curso de formación de 8 semanas en Mindfulness. Y ocurrió algo significativo: al finalizar el programa puntuaron más alto en feliz, energía, satisfacción y mas bajo en ansiedad y tristeza. Además la actividad cerebral se desplazó a la izquierda.

Mediante la práctica de Mindfulness vamos creando caminos neuronales que nos ayudan a regular nuestras emociones y ver el mundo de una forma más positiva.

¿Es esto ansiedad?
 ¿Puede Mindfulness ayudarme?

¿Es esto ansiedad?
 ¿Puede Mindfulness ayudarme?

Podemos decir que la ansiedad tiene tres componentes:

 1.-Un conjunto de sensaciones corporales que pueden ser: latidos del corazón acelerados, respiración superficial, sudores, temblores, mareos, …

2.-Preocupación por el futuro, anticipar desastres, estar alerta ante posibles situaciones  que consideramos peligrosas, estar irritable, …

3.-Y un comportamiento para evitar estas reacciones físicas y estos pensamientos.

Lo que sucede es  que cuanto más evitamos más empeoramos las cosas.

¿Te das cuenta que podríamos utilizar ansiedad  y miedo como sinónimos?

La ansiedad siempre es anticipación, está en el futuro.

Para ello hay prácticas Mindfulness que te ayudaran a centrarte en el Presente. En este momento tal como es, sin imaginar nada, sin negar  nada, en la simplicidad de este instante, aceptándolo tal como es. Cuando te anclas en el presente te das cuenta que en verdad es el único momento real que tienes.

Desde ahí quizás observes a tu mente “creando preocupación” o anticipando problemas pero ya lo observas desde otro lugar, los pensamientos que crea tu mente, solo son pensamientos, no son la realidad. Y puedes aprender a relacionarte con ellos de una forma más sana, tu cuerpo lo agradecerá.